La imagen pertenece a la presentación del Real Sporting de Gijón en el Molinón ante su afición en 1987, año en el que participaría en la UEFA al haber quedado clasificado en cuarta posición la temporada precedente. Por aquel entonces el canterano asturiano iniciaba su tercera temporada en Primera con su equipo de siempre, contando con veintidós años recién cumplidos. A buen seguro para Novoa, su entrenador, sería uno de esos jugadores intocables por el que se habría peleado con Ramón Muñoz de haberle puesto en el mercado, como en los dos años precedentes había hecho con Maceda y Mino poniéndoles rumbo al madrileño Paseo de la Castellana. Su club aún contaba con reputados internacionales como Cundi, Joaquín, Eloy, Ablanedo o Jiménez, todos ellos salidos de una cantera que presumía de ser referencia y envidia del fútbol nacional.
A pesar de ser un centrocampista prometedor y con buenas maneras, su trayectoria no obtendría progresión en entidades superiores, pasando a engrosar las filas de equipos como el Santander y Levante, con los que descendería a categorías inferiores y Elche, donde colgaría las botas en 1994 a los veintinueve años de edad por culpa de una lamentable lesión de rodilla.
Su mejor recuerdo como futbolista será siempre el subcampeonato del Mundial de Selecciones Nacionales Sub-20 disputado en la extinta Unión Soviética en 1985.
Tan solo tres años después de su retirada iniciaría su etapa como entrenador en el asturiano CD. Lealtad, logrando para ese club su única participación en 2ªB en noventa y tres años de historia. Lo ocurrido en los últimos catorce años ya lo saben. Los méritos que presenta son haber ascendido al Recreativo y Zaragoza a Primera en 2006 y 2009 respectivamente y haber clasificado al Racing para disputar la UEFA en 2008. Por primera vez en su carrera y con permiso principalmente de Barça y Madrid, tiene entre manos un equipo para ganar títulos, una oportunidad que como reconoció a su ya ex presidente Francisco Pernía hace unos días, se presenta pocas veces en la vida. Ojalá la aproveche, sería una formidable noticia para tod@s los que sentimos en Blanco y Rojo.
Aun no teniendo una trayectoria llena de exitos, Marcelino es un entrenador que alimenta la ilusión en la afición y en el resto de profesionales del club, lo que es muy importante. Además se discurso es valiente y va en consonancia con la filisofía del presidente, la que tanto a tenido que ver con nuestros exitos cercanos.
Por contra hay profesionales con unas carreras largas e impecables, cargadas de títulos y triunfos importantes, que tal vez por la falta de ilusión al haberlo logrado todo, no son tan deseables para los intereses de equipos ambiciosos como nuestro Sevilla actual, que pretende llevar a cabo un cambio de ciclo con jovenes deseosos de exitos y hambre de títulos.
Quiero dejar claro que la falta de acuerdo con el «loco» Bielsa para mí tuvo dos lecturas, decepción ya que todo lo que se hablaba de el como entrenador era importante, pero tambien me creaba importantes dudas sus exigencias y su curiosa e impredecible personalidad.
La llegada de Marcelino pienso que ha sido inteligente y acertada, por lo que desde aquí quiero dejar claro que poco se puede decir en contra de la dirección deportiva por ello.
Ahora solo toca rematar la compòsición de la plantilla, dar salida a los que no entran en los planes de los técnicos, lo que es más complicado que fichar y traer a esos hombres que completen la plantilla que ya tenemos.
Que así sea, un abrazo..