Ya le estoy temiendo al primer partido que nos televise la Sexta. Os lo reconozco, Antonio Esteva me cae bastante ‘gordo’. No digiero bien a las personas que se quieren hacer los protagonistas a toda costa, confundiendo en este caso la simpatía en la técnica inculcada, con la ridiculez y ordinariez dialéctica. Por mucho que quieran, Héctor del Mar solo hay uno y si no es con naturalidad propia e innata, no deberían tratar de imitarle.
Por ponerles un ejemplo, el nazareno ‘Manu’ Sánchez es un ‘tío’ realmente MUY gracioso, un grandísimo humorista. Irse con él de copas tiene que ser divertidísimo, por muy verdolaga que sea. Este tipo de personas nacen así, llevan el arte en las venas. En sus primeras apariciones televisivas, ‘Manu’ desarrolló algunos monólogos copiados a otros compañeros, pero en su naturaleza está la capacidad de convertir en pura carcajada, lo que en otros habría sido lanzamiento de melones y sandías (de los Palacios) directas a la cabeza.
Debe ser norma del periodismo que nos asola, el llamar la atención para ser famoso, aquello de: “que hablen de ti aunque sea malamente”. Seguro que no habrán olvidado, por mucho que lo hayan intentado, aquello de la “tarántula Alvés” o la “Pantera Rosa Kanouté”. Recuerdo que en su día pensé “¿con quién habrá empatado este ‘tío’ para permitirse estos lujos televisivos?” Después claro, te metes en esa enciclopedia llamada Google y te informas de que el tipo salió de ‘Real Madrid TV’ y entonces es cuando exclamas: “¡¡Acabáramos!!”. Eso tiene que ser en el periodismo patrio, directamente proporcional a ministro en política.
En la televisión que lamentabilísimamente padecemos los españoles, se ve que la estupidez en las formas gusta y mucho. En los últimos días vengo pensando que uno de los grandes inventos del siglo XX fue el mando a distancia, aunque ya el ‘amigo’ Nikola Tesla lo había ingeniado en 1893. Poder hacer desaparecer el careto de gente como la Esteban o el Jorge Javier ese con solo pulsar un botón, no tiene precio. O mismamente, enmudecer a Antonio Esteva con apretar otro, es algo impagable. ¡¡Por favor, que proliferen de una vez por todas, las emisiones radiofónicas con retardo de voz, esto es insufrible!!
Mi padre, cuando más inquieto está por el juego del Sevilla es de los que suele decir: “¡No le quites la voz!”, a lo que yo le espeto: “¿Y quién te radia a ti los partidos en Tribuna de Preferencia en el Ramón Sánchez-Pizjuán, el del puro?”. Mi táctica es clara, visualizar el televisor sin voz y si marcamos, escuchar a toda voz el último eco del gol cantado en Sevilla FC Radio. Ya quisiera yo poder escuchar nuestra Radio mientras veo el partido ‘en tiempo real’, pero lo reconozco no puedo, no soporto saber varios segundos antes lo que voy a ver después.
El fuerte de Antonio Esteva sin embargo no radica en la elaboración de motes imposibles, en eso ya le sacaba ventaja de lejos el tristemente fallecido Andrés Montes, otro que había que echarle de comer a parte. Esteva es todo un doctorado por la ‘Universidad merengue de Valdebebas’, en la especialidad de cambiar los acentos de lugar. Los sevillistas jamás podremos olvidar su lamentable “Keitáá” o el ya clásico “Zokorá”, que retumban como sonoras bofetadas en el oído del sevillista. En las últimas temporadas nos hemos avergonzado con esta hornada de supuestos periodistas que han hecho propias y al parecer con bastante orgullo, pronunciaciones como las de “Escüilachi”, “Cápel” o la madre de todos los disparates, la cometida por el locutor de ‘pay per view’ del pasado Xerez-Sevilla de Liga (31.10.09), cuando denominó al equipo local como “El Cheré”. Y no, amigos del insulto fácil al españolito del Sur, ninguno de estos mentecatos era andaluz.
Por cierto, se acuerdan cuando un mal día el bigotudo Quique Guasch le dio por denominar como Johan “Croayff” al conocido holandés. Hace un montón de años de aquello y aún lo recuerdo como si fuera ayer. Fue realmente ‘doloroso’ auditivamente hablando. Como afirmarnos a nosotros mismos, “qué catetos hemos sido todo este tiempo atrás”. La cuestión sería: “¿Por qué eres tú sólo el que lo llamas así?”.
Mucho me temo, que en el primer partido que nos retransmita el dúo ‘humorístico’ Esteva-Narváez, nos llevemos a los oídos la desagradable estridencia de escuchar a estos graciosetes llamar a Tiberio ‘Guarenté’, a Luca ‘Zigariní’ (en italiano se pronuncia Chigarini) y a Mouhamadou Dabo, cualquier cosa menos lo que han leído.
Y ojo, no he hablado nada de la parcialidad de este hombre cuando de cubrir un partido del Madrid se trata. Pero claro, sabido lo expuesto, les rogaría un poquito de empatía en la pregunta que les expongo: ¿Se imaginan a Jesús Alvarado trabajando para la Sexta retransmitiendo un partido del Sevilla? Van comprendiendo, ¿verdad?
En este País, los que ganan dinero con el fútbol, por lo general, son aficionados al fútbol. Cada uno de su padre y de su madre y en un altísimo porcentaje, todos pisaron por primera vez un campo de fútbol con su bufandita al cuello, banderita en una mano y la de su progenitor en la otra. Desde los periodistas de los que hablamos, a los mismísimos árbitros que son los encargados de bajar las ilusiones a las aficiones allende Madrid y Barcelona.
Lo malo es que los que mandan o nos cuentan, suelen ser casi siempre del mismo e insufrible equipo. Y ahí es cuando hay que perfeccionar y ampliar las funciones del ‘mando a distancia’.
Que razón llevas, cada vez que veo un partido y tengo que oir lo de Cápel, Zokorá, Romarich, Scuilachi…., me pongo de los Nervios, claro que casi es peor cuando oyes en Canal Sur hablar del Duende de Dos Hermanas…
Ahora solo caben hacer apuestas a ver como va a bautizar a los tres nuevos fichajes.
Un saludo
jajaja seguro seguro que el nombrecito de dabo traerá golpes para mucho tiempo … de la sexta no me gusta ninguno de los comentaristas, a veces da la impresión de que no han hecho los deberes.
mayte … el duende de dos hermanas ??? jajaja mas quisiera yo que fuera vecino mio 😀
un abrazo
Es que muchos «periodistas» saben que en el francés predominan las palabras agudas. Y este muchacho no sabrá el chiste del que fue a Francia y pidió la «sopé de pescadé», pero lo vive en primera persona.
Así que, en vez de informarse, o PRONUNCIAR TAL CUAL SE LEE (norma aceptada por la Real Academia de la Lengua Española), me inventó la pronunciación y vuelvo loco a todos los españoles. Y luego llega un sevillista diciendo Zokora o Keita (palabras llanas), y los espectadores de la Sexta lo tildan de «cateto».
Es lo que nos toca soportar con los «catetos» de «Madriz».
Lamentable AJet, pero este es el pan nuestro de cada día.
El Nacional Mandrileño apesta a perros muertos, lo inunda todo, lo hace irrespirable para cualquier hijo de vecino que por mano del demonio se ha hecho de otros colores.
Antes me preguntaba, ¿hasta cuando, que hacer?. Ahora me pregunto, ¿que paso darán ahora, hasta donde llegarán?, desgraciadamente la respuesta que deduzco no es agradable ni me gusta lo más mínimo.
Están ganando la guerra, se estan posicionando, avanzan sin pausa, no hay tregua.
Años atrás imperaban unas formas, existía un «hasta aquí», pero eso ya pasó a la historia, ahora todo vale, todo sirve, ya no hay dignidad periodística, todo vale con tal de conseguir los propósitos, sus repugnantes propósitos.
El resto somos bazofia, solo somos la guarnición del chuletón o del lenguado.
Cuando Del Nido, en su 1006 salida de tono, dijo que se jugaría la liga con el Madrid y Barsa o sin ellos, tonto de mí me hice ilusiones, llegue a creerme que el acuerdo entre muchos (el resto) estaba sellado, que se iba a muerte contra el poder establecido, pensé por un momento que todavía podría haber una rendija de esperanza. Pues no señores, de eso nada de nada, al día siguiente o al otro el presidente del Bilbao, me bajó de la nube de un tirón y dejó mis ilusiones hechas añicos.
Maldita sea esta sociedad ¿deportiva? donde no hay sitio para todos, solo cuentan los poderosos.
Sobre el resto ellos dirán algo así como lo que dijo Maradona.
Llegados a este punto, ya tengo claro que ni los sueños me son permitidos.
Basura de poderes.
Saludos.
[…] Esteva de La Sexta, basta con ‘silenciarles’ con ese gran invento del siglo XX que es el mando a distancia del televisor. En la radio, lo único que puedes hacer es escoger al que menos chorradas diga y se […]